El viaje empiezó en una propuesta llamada viajes de agua en el interactivos?’17 , programa anual del Medialab-Prado Madrid. Durante unas semanas me incorporé al proyecto viajes de agua, con un equipo conformado por: Beatriz Page, Raúl Hidalgo, Katarina Martín, Paola Roots, Virginia Diez, Mario, Pedro Cortés y Hamilton Mestizo. El viaje fue largo y complejo, entre mapas, cables, sensores, recorridos y reflexiones se fue moldeando el proyecto desde diversas miradas: arte, ciencia, tecnología, historia y cultura.
Los viajes del agua era la forma como se llamaba a los caminos que hacia el agua subterránea de la ciudad de Madrid, con la canalización y la modernización de la ciudad estas rutas y lugares de agua se fueron perdiendo. Los antepasados gozaban del paso del agua, se reunian al lado de ríos o yacimientos, y allí se celebraban los ritos sociales de integración y encuentro festivo. El proyecto buscó rescatar esta escencia de los viajes del agua, creando un dispositivo llamado «capirote» para rescatar estas rutas y buscar el agua en la ciudad. Al capirote, además de tener los mapas de los lugares, se integró un laboratorio portátil para análisis de agua y medio ambiente. «La calidad del agua es un factor importante para existir, de eso depende la salud pública y la calidad de las ciudades y ecosistemas. Pensar en la biodiversidad como parte importante en la ciudad, resaltar su existencia o ausencia y analizar su calidad debe ser un motivo de ritual social de total importancia y una excusa para aprender de agua y la naturaleza y celebrar su existencia».